El aprendizaje cooperativo es una apuesta muy positiva para trabajar con el alumnado. Como estudiante, la mayor parte del tipo de aprendizaje recibido ha sido el individualista, al que realmente me acostumbré y acepté como único. Sin embargo, recuerdo con cariño las veces que teníamos que quedar para hacer un trabajo en grupo, aunque luego me diera pánico exponer en clase.
Como docente, mi experiencia colaborativa
se basa fundamentalmente en el trabajo en grupo para realizar algún tipo de investigación, mural o
exposición, que dependiendo del grupo ha dado mejores o peores resultados. En este tipo de trabajo, todos los grupos investigan y trabajan para para obtener un resultado similar
En
otras ocasiones, hemos hecho un vídeo y esa experiencia les ha resultado más
atractiva, porque incluía lo audiovisual.
Y también he probado con el teatro: hace unos años fue todo un éxito
de participación e implicación. Realizamos una representación de títeres que representamos tanto en el centro como en el Parque de las Ciencias de Granada y fue una experiencia muy gratificante.
Sin embargo el curso pasado, intenté hacer una
representación teatral con un grupo de 2º de ESO, que al principio recibió la propuesta con
ganas, pero que al final fue un fracaso porque unos se negaban a aprenderse el
papel, otros no elaboraban los decorados y otros terminaron abandonando el
instituto, por lo que lo que parecía ser un super proyecto colaborativo,
terminó siendo un fracaso :(
Sin embargo, está claro que todo depende del grupo y de que
logres conectar con él. Lo que el curso pasado no sirvió probablemente me sirva
para el próximo.
Y pasando a mi metáfora visual, esta podría ser un posible ejemplo, elaborada con el Publisher:
No hay comentarios:
Publicar un comentario