Desde hace tiempo venimos observando la progresiva desmotivación de determinados sectores de alumnos que no encuentran su espacio en nuestros centros educativos. Llegan muchas veces desganados, sin ilusión ni interés alguno por lo que les contamos y está claro que, además de otros factores, como su entorno familiar o social, sin duda influye el hecho de que lo que les venimos ofreciendo no les llega.
El hecho de ser madre, por otro lado, te enseña la otra parte, la de las familias, y quizás por eso busque más recursos para motivar a mis alumnos, para hacer que saquen algo de provecho de las horas que pasan en el instituto.
Todo esto nos ha hecho reaccionar a un grupo de profesores de nuestro centro que tenemos ganas de cambiar esta dinámica y buscar formas más motivadoras, centradas en puntos de interés, en tareas más prácticas, etc. De ahí que nos hayamos planteado empezar a trabajar por proyectos.
Pero nos falta formación para poder elaborar recursos integradores.
Soy profesora de Lengua y literatura y me encantan leer, viajar y escribir.
Me gustaría poder completar un proyecto que sirviera no solo para mi departamento sino también para compañeros de otras especialidades. Y, por supuesto, que sirviera para motivar a nuestro alumnado.
martes, 6 de octubre de 2015
miércoles, 30 de septiembre de 2015
Trabajamos el Romanticismo literario
Tras la introducción al tema, vamos a realizar una actividad para recopilar más información sobre sobre este movimiento cultural y profundizar sobre él.
Vamos a ver este vídeo sobre el Romanticismo literario, de Antonio García Megía:
A continuación, vamos a responder a las siguientes preguntas:
1. Explica a qué llamamos el "mal del siglo" y de qué sentimiento nace.
2. ¿Qué caracteriza al "yo romántico"?
3. ¿A quiénes se refiere el texto al hablar de la "exaltación de lo marginal? ¿Por qué idealizan los románticos a este grupo de personas?
4. ¿Por qué los románticos rechazar lo racional? ¿Qué prefieren?
5. Cita algunos temas propiamente románticos.
6. ¿Qué entienden los románticos por la idea de "pueblo"? ¿Qué tiene que ver con la recopilación de leyendas populares?
7. ¿Cuáles son las tendencias del romanticismo español? Cita algunos autores representativos.
8. ¿Qué actitudes románticas siguen hoy vigentes? ¿Qué hemos heredado del romanticismo?
Vamos a ver este vídeo sobre el Romanticismo literario, de Antonio García Megía:
A continuación, vamos a responder a las siguientes preguntas:
1. Explica a qué llamamos el "mal del siglo" y de qué sentimiento nace.
2. ¿Qué caracteriza al "yo romántico"?
3. ¿A quiénes se refiere el texto al hablar de la "exaltación de lo marginal? ¿Por qué idealizan los románticos a este grupo de personas?
4. ¿Por qué los románticos rechazar lo racional? ¿Qué prefieren?
5. Cita algunos temas propiamente románticos.
6. ¿Qué entienden los románticos por la idea de "pueblo"? ¿Qué tiene que ver con la recopilación de leyendas populares?
7. ¿Cuáles son las tendencias del romanticismo español? Cita algunos autores representativos.
8. ¿Qué actitudes románticas siguen hoy vigentes? ¿Qué hemos heredado del romanticismo?
lunes, 4 de febrero de 2013
Actividades Morfología I
Lee
el siguiente texto y responde.
Un total de cincuentaysiete
ciudades de toda España han acogido hoy la mayor manifestación
sindical de los últimos años, convocada por CCOO y UGT contra la reforma
laboral del Gobierno que flexibiliza el despido en el país con la mayor
tasa de desempleo de la eurozona.
Bajo el lema "No
a la reforma laboral injusta con los trabajadores, ineficaz para la economía e inútil para el empleo", muchas
marchas buscan recortar en lo posible el golpe a los derechos laborales
y servir de ensayo a una eventual huelga general. "Queremos corregir en
profundidad ésta , y ese es nuestro objetivo y las
manifestaciones de hoy son
necesarias porque son un cauce , un instrumento democrático para intentar
conseguir ese objetivo", dijo el secretario general de la Unión
General de Trabajadores, Cándido Méndez.
a) Identifica
diez adjetivos presentes en el texto y clasifícalos en adjuntos o conexos.
b) Clasifica
los siguientes sustantivos del texto: ciudades, manifestación, año, reforma,
país, lema, Cándido, instrumento, huelga, trabajadores.
c)
Clasifica las palabras subrayadas en
determinantes o pronombres, especificando su tipo.
Construye cinco oraciones que contengan en cada caso la unidad que se indica:
– Pronombre demostrativo.
– Pronombre existencial.
– Pronombre cuantitativo.
– Determinante demostrativo pospuesto al sustantivo.
– Determinante posesivo.
Construye cinco oraciones que contengan en cada caso la unidad que se indica:
– Pronombre demostrativo.
– Pronombre existencial.
– Pronombre cuantitativo.
– Determinante demostrativo pospuesto al sustantivo.
– Determinante posesivo.
domingo, 3 de febrero de 2013
El romancero
El romance es un tipo de composición de extensión indefinida formada por versos octosílabos, con rima consonante (8- 8a 8- 8a 8-8a...) cuyo origen probablemente se remonte a los cantares de gesta, que habrían ido evolucionando de forma popular y reinterpretándose hasta llegar a ser recitado en versos octosílabos.
Tipos: históricos, fronterizos, legendarios, novelescos, líricos.
Para más info: aquí
Tipos: históricos, fronterizos, legendarios, novelescos, líricos.
Para más info: aquí
Romance histórico: "La venganza de Mudarra"
Los siete infantes de Lara, hijos de Gonzalo Gustios, asisten a la boda de su tíoRodrigo de Lara con doña Lambra, en Burgos. Durante la fiesta, la novia se cree ofendida por los infantes y Rodrigo promete vengarla. Enviado Gonzalo Gustios a Córdoba con una falsa embajada, es retenido por Almanzor, que no se atreve a matarlo. Para completar la traición, Rodrigo prepara una trampa a sus sobrinos, que son decapitados por los moros. Almanzor presenta las cabezas de sus hijos a su prisionero. Para consolarlo de sus penas, el caudillo moro le ofrece a su hermana con la que tiene un hijo, Mudarra, que vengará la muerte de sus hermanos, los siete infantes de Lara. Este romance es el último de la serie, y resume el final de una trágica historia de venganzas familiares. | ||
A caza va don Rodrigo, ese que dicen de Lara; perdido había el azor, no hallaba ninguna caza; con la gran siesta que hace arrimado se ha a una haya, maldiciendo a Mudarrillo, hijo de la renegada, que si a las manos hubiese que le sacaría el alma. El señor estando en esto, Mudarrillo que asomaba: -Dios te salve, buen señor, debajo la verde haya. -Así haga a ti, caballero; | buena sea tu llegada. -Dígasme, señor, tu nombre, decirte he yo la mi gracia. -A mí me llaman don Rodrigo, y aun don Rodrigo de Lara, cuñado de don Gonzalo, hermano de doña Sancha; por sobrinos me los hube los siete infantes de Lara. Maldigo aquí a Mudarrillo, Hijo de la renegada, si delante lo tuviese, yo le sacaría el alma. -Si a ti dicen don Rodrigo, y aun don Rodrigo de Lara, a mí Mudarra González, | hijo de la renegada, de Gonzalo Gustios hijo y alnado de doña Sancha; por hermanos me los hube los siete infantes de Lara; tú los vendiste, traidor, en el val del Arabiana. Mas si Dios ahora me ayuda, aquí dejarás el alma. -Espéresme, don Mudarra, iré a tomar las mis armas. -El espera que tú diste a los infantes de Lara; aquí morirás, traidor, enemigo de doña Sancha. |
Romance fronterizo: "Abenámar"
En el año 1431, el rey Juan II de Castilla llega ante Granada acompañado del infante
moro Abenámar, a quien había ofrecido el trono de este reino. La cuidad se rinde y el infante es reconocido rey en ella. El romance tiene evidente inspiración morisca. Los poetas árabes llaman con frecuencia "esposo" de una región al señor de ella, y de aquí el romance tomó su imagen de la cuidad vista como una novia a cuya mano aspira el sitiador. | ||
-¡Abenámar, Abenábar, moro de la morería, el día que tú naciste grandes señales había! Estaba la mar en calma, la luna estaba crecida; moro que en tal signo nace no debe decir mentira. -No te la diré, señor, aunque me cueste la vida. -Yo te agradezco, Abenámar, aquesta tu cortesía. ¿Qué castillos son aquéllos? ¡Altos son y relucían! -El Alhambra era, señor, y la otra, la mezquita; | los otros, los Alixares, labrados a maravilla. El moro que los labraba, cien doblas ganaba al día, y el día que no los labra otras tantas se perdía; desque los tuvo labrados, el rey le quitó la vida porque no labre otros tales al rey del Andalucía. El otro es Torres Bermejas, castillo de gran valía; el otro, Generalife huerta que par no tenía. Allí hablara el rey don Juan, bien oiréis lo que decía: | -Si tú quisieras, Granada, contigo me casaría; daréte en arras y dote a Córdoba y a Sevilla. -Casada soy, rey don Juan, casada soy, que no viuda; el moro que a mí me tiene muy grande bien me quería. Hablara allí el rey don Juan, estas palabras decía: -Échenme acá mis lombardas doña Sancha y doña Elvira; tiraremos a lo alto, lo bajo ello se daría. El combate era tan fuerte que grande temor ponía. |
Romance legendario: "El infante Arnaldos"
En este romance de aventuras, el infante Arnaldos se embarca en una nave desconocida y
encuentra en ella a sus familiares y criados, que andaban buscándole. El final truncado, al que llega después de varias tentativas, convierte un romance de escaso interés en una obra maestra, pues da a la canción del marinero un gran misterio. El acierto en el corte brusco aparece así como una verdadera creación poética. | ||
¡Quién hubiera tal ventura sobre las aguas del mar como hubo el infante Arnaldos la mañana de San Juan! Andando a buscar la caza para su falcón cebar, vio venir una galera que a tierra quiere llegar; las velas trae de sedas, la jarcia de oro torzal, | áncoras tiene de palta, tablas de fino coral. Marinero que la guía, diciendo viene un cantar, que la mar ponía en calma, los vientos hace amainar; los peces que andan al hondo, arriba los hace andar; las aves que van volando, | al mástil vienen posar. Allí habló el infante Arnaldos, bien oiréis lo que dirá: -Por tu vida, el marinero, dígasme ora ese cantar. Respondióle el marinero, tal respuesta le fue a dar: -Yo no digo mi canción sino a quien conmigo va. |
Romance lírico: "El prisionero"
Una simple canción carcelera convertida en una expresión emocionada del aislamiento y la
incomunicación. | ||
Que por mayo era, por mayo, cuando hace la calor, cuando los trigos encañan y están los campos en flor, cuando canta la calandria y responde el ruiseñor, | cuando los enamorados van a servir al amor; sino yo, triste, cuitado, que vivo en esta prisión; que no sé cuándo es de día | ni cuándo las noches son, sino por una avecilla que me canta al albor. Matómela un ballestero; déle Dios mal galardón. |
miércoles, 16 de enero de 2013
La lírica cancioneril del s. XV
Se llama lírica cancioneril al conjunto de composiciones escritas preferiblemente en el s. XV (también antes) y que se reunieron en antologías elaboradas por coleccionista llamados cancioneros.
El marqués de Santillana
El marqués de Santillana
El marqués de Santillana fue uno de los nobles más poderosos de la primera mitad del siglo. Hombre de letras, reunió en su palacio de Guadalajara la mejor biblioteca de su tiempo. Su interés por la cultura le llevó a estar al tanto de las novedades literarias, haciendo traducir obras latinas e italianas al castellano.
El marqués de Santillana fue autor de varios poemas alegóricos de temática amorosa. Entre sus obras destacan la Comedieta de Ponza, poema de contenido poético y moral, y Bías contra Fortuna, una reflexión estoica sobre la vida. Son muy conocidas también sus serranillas, de inspiración popular.
-Serranillas: tienen como tema central el encuentro de un caballero con una pastora en medio de la montaña, tras el cual se produce un cortejo, que la pastora puede o aceptar o rechazar o incluso, quedar en suspenso...
Serranilla VI
Moça tan fermosa
non ví en la frontera,
como una vaquera
de la Finojosa.
Faziendo la vía
del Calatraveño
a Santa María,
vençido del sueño,
por tierra fragosa
perdí la carrera,
do ví la vaquera
de la Finojosa.
En un verde prado
de rosas e flores,
guardando ganado
con otros pastores,
la ví tan graciosa,
que apenas creyera
que fuese vaquera
de la Finojosa.
Non creo las rosas
de la primavera
sean tan fermosas
nin de tal manera;
fablando sin glosa,
si antes supiera
de aquella vaquera
de la Finojosa.
Non tanto mirara
su mucha beldad,
porque me dexara
en mi libertad.
Mas dixe: "Donosa
(por saber quién era),
¿aquella vaquera
de la Finojosa?..."
Bien como riendo,
dixo: "Bien vengades,
que ya bien entiendo
lo que demandades:
non es desseosa
de amar, nin lo espera,
aquessa vaquera
de la Finojosa.
Moça tan fermosa
non ví en la frontera,
como una vaquera
de la Finojosa.
Faziendo la vía
del Calatraveño
a Santa María,
vençido del sueño,
por tierra fragosa
perdí la carrera,
do ví la vaquera
de la Finojosa.
En un verde prado
de rosas e flores,
guardando ganado
con otros pastores,
la ví tan graciosa,
que apenas creyera
que fuese vaquera
de la Finojosa.
Non creo las rosas
de la primavera
sean tan fermosas
nin de tal manera;
fablando sin glosa,
si antes supiera
de aquella vaquera
de la Finojosa.
Non tanto mirara
su mucha beldad,
porque me dexara
en mi libertad.
Mas dixe: "Donosa
(por saber quién era),
¿aquella vaquera
de la Finojosa?..."
Bien como riendo,
dixo: "Bien vengades,
que ya bien entiendo
lo que demandades:
non es desseosa
de amar, nin lo espera,
aquessa vaquera
de la Finojosa.
- Sonetos fechos al italico modo. El autor conoció la poesía italianizante y no dudó en probar las nuevas formas poéticas, volcándolas al castellano, creando así los primeros ejemplos de sonetos en nuestro idioma.
Lejos de vos
Lejos de vos y cerca de cuidado,
pobre de gozo y rico de tristeza,
fallido de reposo y abastado
de mortal pena, congoja y braveza,
desnudo de esperanza y abrigado 5
de inmensa cuita y visto de aspereza,
la mi vida me fuye, mal mi grado,
la muerte me persigue sin pereza.
Ni son bastantes a satisfacer
la sed ardiente de mi gran deseo 10
Tajo al presente, ni me socorrer
la enferma Guadïana, ni lo creo.
Sólo Guadalquivir tene poder
de me guarir y sólo aquél deseo.
Juan de Mena
Juan de Mena (1411-1456) fue considerado por sus contemporáneos y sucesores como el mejor poeta de su época. Letrado al servicio de Juan II de Castilla, cultivó la poesía amatoria y la alegoría moral. Su estilo se caracteriza por la abundante erudición y por el recargado lenguaje latinizante.
El Laberinto de Fortuna, también llamado Las trescientas, es su obra más ambiciosa. La obra está escrita en coplas de arte mayor, compuestas por estrofas de cuatro versos de doce sílabas, que tienen una fuerte cesura, rima consonante y siguen un rígido esquema acentual.
Jorge Manrique
Jorge Manrique (1440-1479) es autor de varias composiciones de asunto amoroso que siguen con fidelidad los patrones del género cancioneril. Su poema más conocido, sin embargo, son las Coplas escritas a la muerte de su padre.
La lírica tradicional del s. XV
La lírica tradicional es aquella que se transmite de forma oral entre el pueblo desde tiempos inmemoriales. Surgían a partir de situaciones y momentos cotidianos -el trabajo, la fiesta, el amor- entre la población de las villas y los pueblos.
Las primeras manifestaciones que conservamos son las jarchas, las cantigas de amigo y los villancicos, de los que ya hemos hablado.
Los temas más empleados son los siguientes:
- Canciones de tema amoroso: la mujer que se queja a su confidente, la belleza femenina, la niña enamorada, el amado ausente, el amor feliz... son algunas de sus variantes. También es un tema común la mujer casada contra su voluntad, la "malmaridada".
Si tú, amor, no me consuelas
viendo que me muero por ti,
¿Quién habrá dolor de mí?
Monjica en religión
me quiero entrar
para no malmaridar.
Me casó mi madre chiquita y bonita
con un muchachito que yo no quería.
A la media noche el pícaro salía
con capa terciada y espada ceñida.
Le seguí sus pasos por ver dónde iba 5
Y lo vi entrar casa su querida.
Me puse a escuchar por ver qué decía
y lo oí decir: -Cielo y alma mía,
para ti te compro flores y mantillas,
para mi mujer palo en las costillas. 10
Me vine pa casa por ver si venía;
me puse a planchar, planchar no podía;
me puse a fregar, fregar no podía;
me puse a barrer, barrer no podía;
me asomé al balcón por ver si venía; 15
lo veí subir por la calle arriba,
venía diciendo: -Ábreme, María,
que vengo cansado de buscar la vida.
Tú vienes cansado casa tu querida.
-¡Mujer del diablo, quién te lo diría! 20-¡Hombre los diablos, yo que lo sabía!
- Plantos o endechas: canciones fúnebres.
¡Llorad las damas si Dios os valga!
Guillén peraza queó e la Palma
la flor marchita de su cara.
No eres palama, eres retama,
eres criprés de trsite rama,
eres desdciha, desdicha mala.
- Mayas: canciones dedicadas al mes de mayo, cuando florecen la primavera y el amor.
Entra mayo y sale abril,
tan garridico le vi venir.
Entra mayo con sus flores,
sale abril con sus amores,
y los dulces amadores
comienzan a bien servir.
- Albas: El amanecer es el momento en que se despiden los amantes para no ser descubiertos. También suele ser una hora de encuentro.
Ya cantan los allos,
buen amor, y vete,
cata que amanece.
- Canciones de trabajo y fiesta: composiciones para sobrellevar las tareas de cada día. Son frecuentes los tonos burlescos:
Tres morillas me enamoran
en Jaén,
Axa y Fátima y Marién.
Tres morillas tan garridas
iban a coger olivas,
y hallábanlas cogidas
en Jaén,
Axa y Fátima y Marién.
Y hallábanlas cogidas,
y tornaban desmaídas 10
y las colores perdidas
en Jaén,
Axa y Fátima y Marién.
Tres moricas tan lozanas,
tres moricas tan lozanas, 15
iban a coger manzanas
a Jaén,
Axa y Fátima y Marién.
Las primeras manifestaciones que conservamos son las jarchas, las cantigas de amigo y los villancicos, de los que ya hemos hablado.
Los temas más empleados son los siguientes:
- Canciones de tema amoroso: la mujer que se queja a su confidente, la belleza femenina, la niña enamorada, el amado ausente, el amor feliz... son algunas de sus variantes. También es un tema común la mujer casada contra su voluntad, la "malmaridada".
Si tú, amor, no me consuelas
viendo que me muero por ti,
¿Quién habrá dolor de mí?
Monjica en religión
me quiero entrar
para no malmaridar.

con un muchachito que yo no quería.
A la media noche el pícaro salía
con capa terciada y espada ceñida.
Le seguí sus pasos por ver dónde iba 5
Y lo vi entrar casa su querida.
Me puse a escuchar por ver qué decía
y lo oí decir: -Cielo y alma mía,
para ti te compro flores y mantillas,
para mi mujer palo en las costillas. 10
Me vine pa casa por ver si venía;
me puse a planchar, planchar no podía;
me puse a fregar, fregar no podía;
me puse a barrer, barrer no podía;
me asomé al balcón por ver si venía; 15
lo veí subir por la calle arriba,
venía diciendo: -Ábreme, María,
que vengo cansado de buscar la vida.
Tú vienes cansado casa tu querida.
-¡Mujer del diablo, quién te lo diría! 20-¡Hombre los diablos, yo que lo sabía!
- Plantos o endechas: canciones fúnebres.
¡Llorad las damas si Dios os valga!
Guillén peraza queó e la Palma
la flor marchita de su cara.
No eres palama, eres retama,
eres criprés de trsite rama,
eres desdciha, desdicha mala.
- Mayas: canciones dedicadas al mes de mayo, cuando florecen la primavera y el amor.
Entra mayo y sale abril,
tan garridico le vi venir.
Entra mayo con sus flores,
sale abril con sus amores,
y los dulces amadores
comienzan a bien servir.
- Albas: El amanecer es el momento en que se despiden los amantes para no ser descubiertos. También suele ser una hora de encuentro.
Ya cantan los allos,
buen amor, y vete,
cata que amanece.
- Canciones de trabajo y fiesta: composiciones para sobrellevar las tareas de cada día. Son frecuentes los tonos burlescos:
Tres morillas me enamoran
en Jaén,
Axa y Fátima y Marién.
Tres morillas tan garridas
iban a coger olivas,
y hallábanlas cogidas
en Jaén,
Axa y Fátima y Marién.
Y hallábanlas cogidas,
y tornaban desmaídas 10
y las colores perdidas
en Jaén,
Axa y Fátima y Marién.
Tres moricas tan lozanas,
tres moricas tan lozanas, 15
iban a coger manzanas
a Jaén,
Axa y Fátima y Marién.
lunes, 22 de octubre de 2012
Literatura comparada e intertextualidad
Como hemos visto en clase, la Intertextualidad es el análisis de las relaciones entre textos, es decir de las influencias que ha ejercido un texto base (hipotexto) sobre otros (hipertextos). La literatura comparada, además, estudia las relaciones de la literatura con otras artes, como el cine, la pintura, la escultura, etc.
Como ejemplos hemos visto el uso del tópico de la vida como camino en Jorge Manrique (hipotexto) y en Antonio Machado (hipertexto):
Y sobre todo, el distinto tratamiento del mito de Apolo y Dafne, desde Ovidio (hipotexto) a Quevedo, pasando por Garcilaso y Bernini (hipertextos):
Como ejemplos hemos visto el uso del tópico de la vida como camino en Jorge Manrique (hipotexto) y en Antonio Machado (hipertexto):
Y sobre todo, el distinto tratamiento del mito de Apolo y Dafne, desde Ovidio (hipotexto) a Quevedo, pasando por Garcilaso y Bernini (hipertextos):
Ovidio,
Metamorfosis
El
primer amor de Febo fue Dafne, la hija del Peneo, hecho que no fue
infundido por un pequeño azar, sino por la cruel ira de Cupido.(…)
El hijo de Venus le contestó: “Tu arco lo traspasa todo, Febo,
pero el mío te traspasará a ti; cuanto más vayan cediendo ante ti
todos los animales, tanto más superará mi gloria a la tuya”. Y
hendiendo el aire con el batir de sus alas y sin pérdida de tiempo,
se posó sobre la cima umbrosa del Parnaso; saca dos flechas de su
carcaj repleto, que tiene diversos fines: una ahuyenta el amor, y
otra hace que nazca. La que hace brotar el amor es de oro y está
provista de una punta aguda y brillante; la que lo ahuyenta es obtusa
y tiene plomo bajo la caña. Con esta hiere el dios a la ninfa, hija
del Peneo; con la primera atraviesa los huesos de Apolo hasta la
médula. El uno ama enseguida; la otra rehuye incluso el nombre del
amante. (…)
“¡Oh,
ninfa, hija de Peneo, detente, te lo suplico!, no te persigo como
enemigo; ¡ninfa, párate! El corderillo huye así del lobo, el
cervatillo del león, las palomas con sus trémulas alas huyen del
águila y cada uno de sus enemigos; yo te persigo a causa de mi amor
hacia ti. ¡Hay desdichado de mí!” (…)
La
hija del Peneo, con tímida carrera, huyó de él cuando estaba a
punto de decir más cosas y le dejó con sus palabras inacabadas,
siempre bella a sus ojos; los vientos desvelaban sus carnes, sus
soplos, llegando sobre ella en sentido contrario, agitaba sus
vestidos y la ligera brisa echaba hacia atrás sus cabellos
levantados; su huída realzaba más su belleza. Pero el joven dios no
puede soportar perder ya más tiempo con dulces palabras y, como el
mismo amor le incitaba, sigue sus pasos con redoblada rapidez
Sin
embargo, el que persigue, ayudado por las alas del Amor, es más
veloz y no necesita descanso; ya se inclina sobre la espalda de la
fugitiva y lanza su aliento sobre la cabellera esparcida sobre la
nuca. Ella, perdidas las fuerzas, palidece y, vencida por la fatiga
de tan vertiginosa fuga, contemplando las aguas del Peneo, dijo:
“Auxíliame, padre mío, si los ríos tenéis poder divino;
transfórmame y haz que yo pierda la figura por la que he agradado
excesivamente”.
Apenas
terminada la súplica, una pesada torpeza se apodera de sus miembros,
sus delicados senos se ciñen con una tierna corteza, sus cabellos se
alargan y se transforman en follaje y sus brazos en ramas; los pies,
antes tan rápidos, se adhieren al suelo con raíces hondas y su
rostro es rematado por la copa; solamente permanece en ella el
brillo. Febo también así la ama y apoyada su diestra en el tronco,
todavía siente que su corazón palpita bajo la corteza nueva y,
estrechando con sus manos las ramas que reemplazan a sus miembros, da
besos a la madera; sin embargo, la madera rehúsa sus besos. Y el
dios le dijo: “Ya que no puedes ser mi esposa, serás en verdad mi
árbol; siempre mi cabellera, mis cítaras y mi carcaj se adornarán
contigo. ¡Oh, laurel!, tú acompañarás a los capitanes del Lacio
cuando los alegres cantos celebren el triunfo y el Capitolio vea los
largos cortejos.
![]() |
Bernini, Apolo y Dafne (1622-1625) |
Garcilaso
de la Vega
(1501-1536)
Soneto
XIII
A Dafne ya los brazos le
crecían
y
en luengos ramos vueltos se mostraban;
en
verdes hojas vi que se tornaban
los
cabellos qu'el oro escurecían;
de áspera corteza se cubrían
5
los
tiernos miembros que aun bullendo 'staban;
los
blancos pies en tierra se hincaban
y
en torcidas raíces se volvían.
Aquel que fue la causa de tal
daño,
a
fuerza de llorar, crecer hacía 10
este
árbol, que con lágrimas regaba.
¡Oh miserable estado, oh mal
tamaño,
que
con llorarla crezca cada día
la
causa y la razón por que lloraba!
Égloga
III
Dinámene
no menos artificio
mostraba en la labor que había tejido,
pintando a Apolo en el robusto oficio
de la silvestre caza embebecido.
Mudar luego le hace el ejercicio
la vengativa mano de Cupido.
que hizo a Apolo consumirse en lloro
después que le enclavó con punta de oro.
Dafne con el cabello suelto al viento,
sin perdonar al blanco pie corria
por áspero camino, tan sin tiento
que Apolo en la pintura parecía que,
porque ella templase el movimiento,
con menos ligereza la segura.
El va siguiendo, y ella huye
como quien siente al pecho el odioso plomo.
Mas a la fin los brazos le crecían,
y en sendos ramos vueltos se mostraban.
Y los cabellos. que vencer solían
al oro fino, en hojas se tornaban;
en torcidas raíces se extendían
los blancos pies, y en tierra se hincaban;
llora el amante, y busca el ser primero,
besando y abrazando aquel madero.
mostraba en la labor que había tejido,
pintando a Apolo en el robusto oficio
de la silvestre caza embebecido.
Mudar luego le hace el ejercicio
la vengativa mano de Cupido.
que hizo a Apolo consumirse en lloro
después que le enclavó con punta de oro.
Dafne con el cabello suelto al viento,
sin perdonar al blanco pie corria
por áspero camino, tan sin tiento
que Apolo en la pintura parecía que,
porque ella templase el movimiento,
con menos ligereza la segura.
El va siguiendo, y ella huye
como quien siente al pecho el odioso plomo.
Mas a la fin los brazos le crecían,
y en sendos ramos vueltos se mostraban.
Y los cabellos. que vencer solían
al oro fino, en hojas se tornaban;
en torcidas raíces se extendían
los blancos pies, y en tierra se hincaban;
llora el amante, y busca el ser primero,
besando y abrazando aquel madero.
Francisco
de Quevedo (1580-1645)
A
Apolo siguiendo a Dafne
Bermejazo platero de las
cumbres,
a cuya luz se espulga la canalla:
la ninfa Dafne, que se afufa y calla,
si la quieres gozar, paga y no alumbres.
a cuya luz se espulga la canalla:
la ninfa Dafne, que se afufa y calla,
si la quieres gozar, paga y no alumbres.
Si quieres ahorrar de
pesadumbres,
ojo del cielo, trata de compralla:
en confites gastó Marte la malla,
y la espada en pasteles y en azumbres.
ojo del cielo, trata de compralla:
en confites gastó Marte la malla,
y la espada en pasteles y en azumbres.
Volvióse en bolsa Júpiter
severo;
levantóse las faldas la doncella
por recogerle en lluvia de dinero.
levantóse las faldas la doncella
por recogerle en lluvia de dinero.
Astucia fue de alguna dueña
estrella,
que de estrella sin dueña no lo infiero:
Febo, pues eres sol, sírvete de ella.
que de estrella sin dueña no lo infiero:
Febo, pues eres sol, sírvete de ella.
A
Dafne, huyendo de Apolo
"Tras
vos, un alquimista va corriendo,
Dafne, que llaman Sol, ¿y vos tan cruda?
Vos os volvéis murciégalo sin duda,
pues vais del Sol y de la luz huyendo.
Dafne, que llaman Sol, ¿y vos tan cruda?
Vos os volvéis murciégalo sin duda,
pues vais del Sol y de la luz huyendo.
Él
os quiere gozar, a lo que entiendo,
si os coge en esta selva tosca y ruda:
su aljaba suena, está su bolsa muda;
el perro, pues no ladra, está muriendo.
si os coge en esta selva tosca y ruda:
su aljaba suena, está su bolsa muda;
el perro, pues no ladra, está muriendo.
Buhonero
de signos y planetas,
viene haciendo ademanes y figuras,
cargado de bochornos y cometas."
viene haciendo ademanes y figuras,
cargado de bochornos y cometas."
Esto
la dije; y en cortezas duras
de laurel se ingirió contra sus tretas,
y, en escabeche, el Sol se quedó a escuras.
de laurel se ingirió contra sus tretas,
y, en escabeche, el Sol se quedó a escuras.
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